Los caudados (Caudata) son un orden de anfibios que incluye a las salamandras, los tritones y formas afines, conociéndose unas 571 especies.[1] A diferencia de los anuros (ranas y sapos), poseen una cola bien desarrollada y carecen de oído medio. Los registros más antiguos de caudados datan del período Jurásico, siendo el género Chunerpeton del Jurásico Medio, el representante más antiguo de este orden.[2] La divergencia con el resto de los anfibios modernos (Lissamphibia) probablemente se dio a mediados o finales del período Pérmico.
Características [editar]
Los caudados exhiben una larga cola durante todas las fases de su vida. El cuerpo tiene una forma alargada. En general tienen dos pares de patas cortas aproximadamente de la misma longitud, pero en algunos casos se reduce, o incluso desaparece, el par posterior.
La boca siempre va provista de pequeños dientes curvados. A diferencia de los anuros, los caudados no tienen oído medio.
Presentan desarrollo larvario antes de la edad adulta, con presencia de branquias externas que luego son sustituidas por pulmones. Algunas especies no abandonan las branquias, como el olm, e incluso existen casos, como el ajolote, en que la transformación no ocurre de una forma regular, apareciendo aspectos propios del adulto en la fase larvaria, que puede prolongarse de forma irregular.
Considerando la historia de la evolución en pasos muy grandes, los urodelos serían una forma intermedia entre los peces (por la presencia de branquias, y por otros aspectos morfológicos propios del ajolote) y los reptiles saurios. Los vertebrados terrestres (tetrápodos) se diferenciaron a partir de peces pulmonados emparentados con el celacanto o los dipnoos, y algunas de las primeras formas están a mitad de camino entre nuestro concepto de pez y el de anfibio.
Su hábitat se ve limitado por su piel húmeda a zonas cercanas al agua o bajo alguna protección en suelo húmedo, usualmente en los bosques. Algunas especies son acuáticas durante toda su vida, otras vuelven al agua de forma intermitente, y algunas son completamente terrestres en su edad adulta. Las salamandras se parecen superficialmente a los lagartos, pero se distinguen fácilmente por la ausencia de escamas. Si pierden algún miembro son capaces de regenerarlos.
Distribución [editar]
Los caudados se distribuyen en casi todos los continentes (a expeción de África, Australia y la Antártida), estando restringidos al hemisferio norte con la excepción de unas pocas especies en el norte de Sudamérica. Un tercio de las caudados conocidos se habitan en Norteamérica. La concentración más alta se dan en la región de las [[montañas Apaches].
La mayoría son de pequeño tamaño, no sobrepasando los 30 cm de longitud. La salamandra gigante de Japón alcanza 1,5 m y pesa hasta 25 kg.
La Península Ibérica alberga una importante diversidad de subespecies del género Salamandra, posiblemente como consecuencia de las oscilaciones climáticas plio-pleistocénicas y la subsiguiente ocupación de diferentes áreas refugio. Las salamandras del norte de Iberia están relacionadas con la forma nominal, excepto las del grupo bernardezi, emparentadas con la ssp. gigliolii del sur de Italia. Al sur del Guadalquivir aparece una especie, S. s. longirostris, bien separada del resto de las formas europeas del género. Igualmente en Oriente Próximo existen diversas subespecies de salamandras, algunas de gran tamaño y también aparecen en el noroeste de África, donde recientemente se ha descrito una forma troglofílica.
Filogenia [editar]
La siguiente clasificación filogenética está basada en el trabajo de Frost et al (2006).[3]
Caudata
Hynobiidae
Cryptobranchidae
Rhyacotritonidae
Amphiumidae
Plethodontidae
Proteidae
Sirenidae
Ambystomatidae
Salamandridae
Mitología y folklore [editar]
La salamandra es un monstruo mitológico y símbolo básico de la alquimia. Se la supone capaz resistir e incluso apagar los fuegos más ardientes. El origen de este mito podría originarse en su condición de anfibio, y que como tal, vive parte de su vida en el agua y parte en la tierra (elementos alquímicos), en particular en zonas húmedas como bosques. Debido a esto último, suele ser común encontrar estos animales entre la leña húmeda, y que salgan huyendo al arrojar ésta al fuego (otro elemento alquímico).
Otras peculiaridades de este animal son su asombrosa (y aparentemente mágica) capacidad de regeneración de miembros amputados; además de segregar su piel una sustancia blanca y espesa, que en contacto con zonas sensibles como boca, nariz y ojos, produce irritación, lo que le da erróneamente la fama de animal venenoso. Se creía que tocarla era fatal
Los caudados exhiben una larga cola durante todas las fases de su vida. El cuerpo tiene una forma alargada. En general tienen dos pares de patas cortas aproximadamente de la misma longitud, pero en algunos casos se reduce, o incluso desaparece, el par posterior.
La boca siempre va provista de pequeños dientes curvados. A diferencia de los anuros, los caudados no tienen oído medio.
Presentan desarrollo larvario antes de la edad adulta, con presencia de branquias externas que luego son sustituidas por pulmones. Algunas especies no abandonan las branquias, como el olm, e incluso existen casos, como el ajolote, en que la transformación no ocurre de una forma regular, apareciendo aspectos propios del adulto en la fase larvaria, que puede prolongarse de forma irregular.
Considerando la historia de la evolución en pasos muy grandes, los urodelos serían una forma intermedia entre los peces (por la presencia de branquias, y por otros aspectos morfológicos propios del ajolote) y los reptiles saurios. Los vertebrados terrestres (tetrápodos) se diferenciaron a partir de peces pulmonados emparentados con el celacanto o los dipnoos, y algunas de las primeras formas están a mitad de camino entre nuestro concepto de pez y el de anfibio.
Su hábitat se ve limitado por su piel húmeda a zonas cercanas al agua o bajo alguna protección en suelo húmedo, usualmente en los bosques. Algunas especies son acuáticas durante toda su vida, otras vuelven al agua de forma intermitente, y algunas son completamente terrestres en su edad adulta. Las salamandras se parecen superficialmente a los lagartos, pero se distinguen fácilmente por la ausencia de escamas. Si pierden algún miembro son capaces de regenerarlos.
Distribución [editar]
Los caudados se distribuyen en casi todos los continentes (a expeción de África, Australia y la Antártida), estando restringidos al hemisferio norte con la excepción de unas pocas especies en el norte de Sudamérica. Un tercio de las caudados conocidos se habitan en Norteamérica. La concentración más alta se dan en la región de las [[montañas Apaches].
La mayoría son de pequeño tamaño, no sobrepasando los 30 cm de longitud. La salamandra gigante de Japón alcanza 1,5 m y pesa hasta 25 kg.
La Península Ibérica alberga una importante diversidad de subespecies del género Salamandra, posiblemente como consecuencia de las oscilaciones climáticas plio-pleistocénicas y la subsiguiente ocupación de diferentes áreas refugio. Las salamandras del norte de Iberia están relacionadas con la forma nominal, excepto las del grupo bernardezi, emparentadas con la ssp. gigliolii del sur de Italia. Al sur del Guadalquivir aparece una especie, S. s. longirostris, bien separada del resto de las formas europeas del género. Igualmente en Oriente Próximo existen diversas subespecies de salamandras, algunas de gran tamaño y también aparecen en el noroeste de África, donde recientemente se ha descrito una forma troglofílica.
Filogenia [editar]
La siguiente clasificación filogenética está basada en el trabajo de Frost et al (2006).[3]
Caudata
Hynobiidae
Cryptobranchidae
Rhyacotritonidae
Amphiumidae
Plethodontidae
Proteidae
Sirenidae
Ambystomatidae
Salamandridae
Mitología y folklore [editar]
La salamandra es un monstruo mitológico y símbolo básico de la alquimia. Se la supone capaz resistir e incluso apagar los fuegos más ardientes. El origen de este mito podría originarse en su condición de anfibio, y que como tal, vive parte de su vida en el agua y parte en la tierra (elementos alquímicos), en particular en zonas húmedas como bosques. Debido a esto último, suele ser común encontrar estos animales entre la leña húmeda, y que salgan huyendo al arrojar ésta al fuego (otro elemento alquímico).
Otras peculiaridades de este animal son su asombrosa (y aparentemente mágica) capacidad de regeneración de miembros amputados; además de segregar su piel una sustancia blanca y espesa, que en contacto con zonas sensibles como boca, nariz y ojos, produce irritación, lo que le da erróneamente la fama de animal venenoso. Se creía que tocarla era fatal
2 comentarios:
hola buenas esta no es la entrada que me interesa, pero yo tengo un blog y los comentarios no dejan ningun aviso ni nada para que puedas ver que te e escrito, asique te lo dejo en la primera entrada para eso mismo.
E leido la entrada de las ardillas coreanas y lo hice porque estoy pensando en adquirir una, bueno, yo una y mi novio otra y estoy segura de que tiene muchos trucos y cosas , tanto los cuidados como la domesticacion y me preguntaba si podrias dejarme alguna direccion de correo o algun sitio donde escribirte por si tengo alguna duda concreta pues realmene me apetece mucho terla y quiero hacerlo bien. Tambien me interesa el tema economico, pues antes de plantearme nada se que las ardillas rondan los 30euros pero no tengo ni idea de la jaula y el resto de los accesorios, o si existe algun sitio mas especializado o "mejor" por asi decirlo donde adquirir estos animales y sus accesorios...
bueno.. XD siento todo este comentario. si por algun casual me podria contestar se lo agradeceria a celia.5992@yahoo.es
siento no haberte respondido cuando me preguntaste....deje de usarla al ver que no daba utilidad a nadie y me dio por verla ahora y vi tu comentario...espero que ya se hayan comprado las ardillas...veras yo tube 4 y se me murieron mayormente porque cogieron un virus y si les afecta el cambio de clima y tal...
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